Para que las flores de tu ramo duren más, al llegar a casa, antes de ponerlas en agua limpia, hay que cortar los tallos en diagonal y quitar todas las hojas que vayan a quedar sumergidas, para que no estropeen el agua. El florero debe de estar limpio.
Cada dos o tres días se debe volver a cortar unos 2 cm., cambiar el agua y limpiar el florero.
Luego colocarlas en un lugar fresco, sin exposición de luz solar directa y evitando las corrientes de aire.
Y si es posible sacarlas al balcón o galería por las noches.